Semana Santa (Crevillent)
Durante la primavera, tiene lugar la celebración de la Semana Santa, declarada en Noviembre de 2011 de Interés Turístico Internacional, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII.
Arte, tradición, religión y sentir popular son los elementos que definen a esta celebración de una belleza extrema.
Su pórtico es el septenario en honor a la Virgen de los Dolores, que se conmemora durante toda la semana anterior a los actos pasionales. Durante toda la semana se suceden las procesiones en la que se puede contemplar una imagineria centenaria de una belleza sublime.
En la noche de martes santo, silencio y oscuridad se adueñan del casco antiguo de la localidad, por sus calles tortuosas y estrechas se agolpa la multitud para ver la procesión de Stmo. Cristo de Difuntos y Animas, acompañados por antorchas, inciensarios, y una composición del cinquecento interpretado por un coro local.
La magia del miércoles santo empieza con el tradicional arreglo de pasos; familias enteras dedicadas al cuidado de las imágenes, sacan los tronos a las calles, donde con mucho cuidado y elegancia engalanan los pasos que posteriormente y desde todos los puntos cardinales, concurren en la tradicional “entrada de pasos” en la Iglesia de Belen (Plaza de la Constitución).
En la madrugada del viernes santo, rondallas y bandas de cornetas, interpretan las populares “dianas”, dulces melodías que se funden en la madrugada para marcar el inicio del día festivo más importante. Al amanecer “La Morquera” es tomada por la gente para presenciar con fervor un acto sentido para Crevillent: el abrazo entre la madre y el hijo durante la procesión de camino del Calvario.
Tras ello, siguiendo la tradición, los participantes reponen fuerzas en un almuerzo a base de “pa torrat” que acompañado de pan, bacalao, ajos, habas y cebollas conforman el genuino “almuerzo de viernes santo”. Con el atardecer la solemnidad cubre las calles de Crevillent, con la procesión de la Muerte de Cristo, una de las procesiones más bonitas, donde los pasos del escultor Mariano Benlliure jalonan tramo a tramo las calles del centro de la villa invadidas por un absoluto silencio que solo es roto por cantos de la pasión interpretados por las corales de la localidad.
Seis son los grupos escultóricos que participan en la procesión del sábado santo denominada “procesión del santo entierro de Cristo”. Durante el itinerario, desde la Parroquia de la Stma. Trinidad hasta la Parroquia de Ntra. Sra. de Belén, destaca el respeto y la devoción, interrumpiendo solamente el silencio por los cantos corales y por el sonido de los tambores que marcan los pasos los costaleros.
El domingo de resurrección de Jesucristo, Crevillent lo conmemora, en la plaza de la Constitución, con las imágenes de San Juan de la Palma, Regina Pacis y Jesús Sacramentado, con el fondo de la armonía del Aleluya de Haendel.