Sin duda una de las experiencias más maravillosas para el hombre es engendrar la vida.
Los objetos también tienen la suya y el hacer del artesano consiste en insuflar el aliento vital a la materia para que se convierta en algo útil o bello.
Los talleres de cerámica de Agost, Orba o Biar nos acercan a ese sueño prometeico.
A veces estos objetos mágicos condensan las esencias de los pueblos marineros.
Como Torrevieja, a través de sus barcos de sal.
O manipulan la sustancia vegetal del patrimonio ilicitano, que se convierte en Palma Blanca, símbolo popular de devoción.
ALFARERÍA Y CERÁMICA, ARTESANÍA, PALMA BLANCA