Existen pocas experiencias tan
cautivadoras como sentarse a contemplar el atardecer y dejar que el tiempo y
los problemas se diluyan en el horizonte
Imagina el silencio. Los últimos flamencos interrumpen el cielo, la brisa mece el agua y un avión lejano despega. El mundo en armonía, en perfecto movimiento, adormecido por esa puesta de sol que todo lo envuelve. La puesta de sol es un regalo cuya contemplación deberíamos incluir como hábito en nuestro día a día. Especialmente, cuando hablamos de los mejores atardeceres de la Costa Blanca.
Illeta dels Banyets (El Campello)
Desplegada como una lengua centenaria, la Illeta del Banyets de El Campello es un yacimiento que engloba lugares tan mágicos como la Torre de la Illeta o los Baños de la Reina, cala que resurge entre los restos de una antigua piscifactoría romana. Este segundo lugar se convierte en uno de los mejores lugares para contemplar ese atardecer anaranjado que trasciende en rosado, incluso púrpura, durante los días de verano.

Espigón del Paseo Marítimo (Alicante)
En el Muelle de Levante de Alicante, un paso se adentra en el mar. Su seña característica son sus esculturas de palmeras minimalistas, como un manojo de sueños en mitad del horizonte. La sensación de extenderse más allá de la capital, en mitad del Mediterráneo, aporta el perfecto mirador desde el que descubrir la belleza escénica del atardecer. Otros lugares recomendables de la ciudad de Alicante para este momento son el Barrio Santa Cruz o, por supuesto, el mirador del Castillo Santa Bárbara.

Tabarca (Alicante)
Tabarca se dibuja como el sueño isleño a pocos kilómetros de Santa Pola. Un lugar mágico, donde su faro solitario contrasta con el pequeño pueblecito y las calas que dibujan sus muchos secretos. Desde prácticamente cualquier punto de la isla, especialmente la zona de la muralla, el atardecer de Tabarca se contempla como un privilegio.

Torre del Tamarit (Santa Pola)
Santa Pola engloba más de un lugar que lo convierte en uno de los mejores escenarios para admirar el atardecer en la Costa Blanca: desde el Mirador del Faro de Santa Pola, hasta sus playas, pasando por la Torre de Tamarit, antiguo estructura de vigilancia ubicada en el corazón de las salinas cuya panorámica, desnuda de edificios y altos árboles, permite contemplar un mágico atardecer.

Faro del cabo de la Nao (Jávea)
El cabo de la Nao de Jávea supone la mayor extensión de la Costa Blanca en el Mediterráneo, permitiendo una perspectiva mucho más amplia del atardecer. Especialmente desde el famoso faro del cabo, uno de sus lugares más mágicos, la puesta de sol se aprecia en todo su esplendor acariciando el mar.

Mirador del Portal Viejo (Altea)
Las casas encaladas, las vistas de sus playas y su encanto único. Existen cientos de motivos para perderse por el casco antiguo de Altea, especialmente cuando tiene lugar la puesta de sol. Prácticamente cualquier punto abierto al mar de la ciudad es recomendable, pero si tuviéramos que destacar uno, nos quedaríamos con el mítico Mirador del Portal Viejo, ideal para admirar la panorámica de la bahía de Altea y el peñón de Ifach.

El Palmeral (Elche)
¿Te gustan los atardeceres exóticos? Entonces te encantará perderte poco antes del anochecer por las avenidas naturales que forman El Palmeral de Elche. Considerado como el palmeral más grande de Europa, en este histórico oasis los altos árboles datileros ondean al cielo, quizás esperando el atardecer, o esa gran Palmera de fuegos artificiales que eclosiona en sus fiestas de verano.

Benidorm
El atardecer siempre se aprecia mejor desde las alturas, y Benidorm ofrece cientos de posibilidades entre sus muchos rascacielos, entre ellos el Gran Hotel Bali y su maravilloso skyline, uno de los mejores de toda Europa. Si te encuentras en Benidorm, otro lugar idóneo para este momento es el Parque Natural de la Serra Gelada, especialmente el Faro del Albir.

Lagunas de la Mata y Torrevieja
Las lagunas rosadas de Torrevieja conforman otro lienzo perfecto para contemplar la puesta de sol. Las luces del atardecer iluminan las aguas coloreadas por su alta concentración de sal y simulan una ubicación lejana, incluso cósmica. Solo los flamencos te harán recordar que sigues en la Tierra.

Castillo de la Atalaya (Villena)
Los castillos de la provincia de Alicante están llenos de encanto e historia pero, también, de posibilidades a la hora de contemplar el atardecer. Y si tenemos que quedarnos con uno, elegimos el Castillo de la Atalaya, de Villena, desde el cual resurgen los contrastes dorados envolviendo la sierra del Cid, aportando un toque único, casi místico.

El fotógrafo Sajal Sazzad dijo una vez: "entre más nubes tengas en el cielo, más colorido será tu atardecer." Estos mejores atardeceres de la Costa Blanca prometen hacerte reconectar con la naturaleza y hacerte olvidar todos tus problemas.