Al final del Paseo Marítimo de la Platja Carrer la Mar encontramos la desembocadura del Río Seco, que forma un extensa playa que invita al baño y al buceo. En esta zona, a finales del S.XIX, se construyó el primer astillero, germen de una importante industria pesquera cuyos vestigios perviven en la Cofradía de Pescadores.