Planteamos aquí una agradable ruta, perfecta para realizar en familia, en la capital de la comarca del Bajo Vinalopó: Elche/Elx.
Es imposible plasmar en pocas palabras todo lo que Elche/Elx puede ofrecer al visitante. Pero sin duda alguna no se pueden pasar por alto El Palmeral de Elche/Elx, junto con la representación sacra del Misterio de Elche/Elx, ya que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad respectivamente por la Unesco. Estos símbolos de identidad ilicitanos son unos de los principales atractivos turísticos de esta ciudad de tradición industrial.
Así mismo, desde el mismo punto donde iniciamos la ruta, recomendamos la visita al parque municipal de El Palmeral, el Palacio de Altamira, el Museo Arqueológico y de Historia de Elche/Elx (MAHE), la Basílica de Santa María, o el Mercado Central. Podremos encontrar toda la información en http://www.visitelche.com/
Sin embargo, en este caso vamos a destacar una excelente infraestructura menos conocida por los visitantes, pero muy apreciada y utilizada por los habitantes de la ciudad. Nos referimos a la mejora y remodelación del cauce del río Vinalopó a su paso por la ciudad de Elche/Elx, utilizada por los ilicitanos para practicar deporte o simplemente disfrutar de un paseo, al mismo tiempo que pone en valor todos los puentes que comunican los dos lados de ciudad y nos hablan de la historia urbanística de Elche/Elx.
Iniciamos la ruta en la oficina de información turística situada junto al Museo Arqueológico y de Historia de Elche/Elx (MAHE). En tan sólo unos metros nos encontramos con el Palacio de Altamira, donde a buen seguro haremos la primera parada para realizar las primeras fotografías. Cruzamos la calle Diagonal del Palacio, para continuar por un carril bici, y justo antes de llegar al Puente de Altamira, nos desviamos a mano izquierda para bajar por una rampa de grava al camino que ocupa el margen este del río. En este caso decidimos iniciar la ruta dirección norte, a contracorriente del río Vinalopó. Pasamos por debajo del Puente de Altamira y justo antes de pasar por debajo del Puente del Ferrocarril vemos a mano derecha el “Molí del Real”, rodeado por las palmeras. Molino harinero del siglo XVIII (de probable origen islámico), convertido en uno de los elementos identificativos del Parque Municipal y de la ciudad, con el conjunto de contrafuertes y arcos de medio punto, visible en la ladera del río. Reformado en los ochenta, en él se ubica actualmente la Asociación de Bellas Artes de Elche/Elx.
Con poco más de kilómetro y medio recorridos, llegamos al punto más alto de la ruta e iniciamos la bajada por el margen este del río. En este punto veremos que el camino nos invita a cruzar el cauce, ya que se complica por su estrechez y el estado del pavimento, más apropiado para ciclistas de montaña experimentados. En este punto también podemos disfrutar de una excelente e imponente vista del Puente del Bimilenario, símbolo de modernidad de la ciudad.
En la bajada volvemos a pasar por debajo del Puente del Ferrocarril y el Puente de Altamira. En este tramo tenemos unas preciosas vistas de El Palmeral. Seguimos descendiendo y pasamos por debajo de la Pasarela del Mercado y el Puente de Canalejas, hasta llegar al imponente Puente de Santa Teresa. Este puente, también conocido como Puente Viejo o Puente de la Virgen, es el más primitivo de la ciudad. En 1703, el concejo de la villa de Elche/Elx anuncia la construcción de un nuevo puente de piedra de un solo ojo, más resistente, proyectado muchos años antes, en 1673; pero el inicio de la ejecución no comenzó hasta 1705, cuando se recaudaron los fondos necesarios. Sufrió otro nuevo parón debido a la guerra de Sucesión hasta 1715. Pero una terrible riada, en octubre de 1751, justo cuando estaba a punto de finalizarse, arrasó la estructura, pasando las aguas por encima del mismo, ya que el único arco del puente fue incapaz de desalojar las aguas salvajes del torrente.
Seguimos nuestro trayecto y una vez superada la Pasarela del Pintor Albarranch llegamos al último puente de la ruta: El Puente de La Generalitat, cuya modernidad destaca respecto al acueducto del Tercer Canal de Riegos de Levante, que está pegado al primero. A escaso medio kilómetro de este punto encontramos una pasarela peatonal, punto más bajo de la ruta y donde iniciaremos el retorno.
Vamos a aprovechar el retorno para prestar atención al cauce del río. El cauce del río Vinalopó, además de ser un auténtico pulmón verde para la ciudad, gracias a los trabajos de canalización y revegetación de las laderas realizados entre los años sesenta y ochenta, se ha convertido en una imagen icónica gracias al colorido de los murales del fondo del cauce, gracias al Proyecto Víbora. Y así sin darnos cuenta, admirando el colorido y simbolismo de estos murales llegaremos a nuestro destino. Sin duda alguna, Elche/Elx es una combinación perfecta de historia, tradición y modernidad. Una visita que merece mucho la pena, y que podremos terminar degustando sus platos típicos en cualquier de sus restaurantes y tascas del centro histórico, junto a nuestro punto de partida y llegada.